♕ Promesa del día: "Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos" Marcos 12:19-31

Hace unos días una dama de nuestro grupo de mujeres que esperan la restauración matrimonial, comentó lo difícil que le resultaría amar a su esposo después de perdonarlo por adulterio y de no querer que su corazón nuevamente caiga en idolatría, lo que es la mayor enfermedad del corazón para la mujer, si, incluso la de la soltera que tanto anhela un hombre. Puedo entender ese sentir porque me encontré en la misma situación. Así que hoy me gustaría compartirles queridas jóvenes el primer paso para “amar a sus maridos” como nos enseña Tito 2.

Para amar a su marido primero debe amar a Su Prometido

Un esposo solo debe ser respetado y sometido, y solo con eso ellos —los hombres— se sentirán amados. Dios nos dice que amemos al esposo como al Señor, es decir, amarlos con los ojos del corazón viendo al Señor. Como si su esposo fuera la imagen del Señor en la tierra para usted entonces todo lo que hace por su esposo en realdiad lo hace para Dios en su corazón. El mundo nos dice que para amar a otros debemos “amarnos a nosotras primero”, eso fue lo que hice e hicimos todas la que destruimos nuestros matrimonios!! Construir el amor propio o autoestima nos destruyó y destruyó nuestras relaciones porque nos hizo orgullosas y egoístas. Así que no caigas en esa trampa, en su lugar mira el camino de Dios y primero ama a Dios con todo tu corazón con toda tu alma y con todas tus fuerzas y luego amarás a las personas cercanas a ti. 

Para amar a tu futuro esposo necesitas amar a Dios primero. Yo pensé que amaba a Dios ya que creía en Él, lo había aceptado al Señor como mi Salvador e iba a la iglesia pero no era así —solo lo supe cuando mi vida se vino abajo. No sabía que como para los padres terrenales, para Dios lo que le habla de mi amor por El es mi obediencia. Ahora bien, me imagino qué piensas que la Biblia es muy difícil para cumplir y tienes dudas, no entiendes cómo obedecer porque quizás has intentado, pero continúas cayendo, te sientes frustrada porque no puedes avanzar y más bien siempre le quedas mal a Él. 

Como muchos jóvenes “cristianos” estuve en ese dilema!! Quería obedecer a Dios, pero no lo entendía, y mi carne siempre me ganaba! Tenía algunas pautas de lo que debería y no debería hacer, lo había oído en las reuniones de la iglesia y lo había leído en libros, y sabía que causaría dolor para mí en el futuro no seguir Sus instrucciones pero aún así muchas veces di el paso equivocado simplemente porque no sabía cuál era el secreto para obedecer.

No, no tenía que intentarlo en mis fuerzas, tenía que confiar en mi Mejor Amigo, Prometido para hacerlo por mi. 

¡El secreto para obedecer es orar y confiar. Tan simple como eso! Pero... “¿orar? No... pero si no puedo orar por más de 5 minutos". Creo que eso describiría muy bien lo que era mi oración como una joven “cristiana”, podrías pensar algo similar a ello, y puedo decirte que si no tienes ganas de orar es porque sientes que no sabes cómo orar y lo que has aprendido en tu vida —como lo hice yo— es que orar es repetir unas oraciones que me habían enseñado, así que no le encontré sentido ni gusto a la oración. 

¡Pero orar no es eso! ¡Orar es hablar con Dios! Y dirás “ajá, eso ya lo he oído” bueno, pues te diré que es mucho más emocionante que eso!! Orar es hablar con el creador del mundo, el Hombre de tus sueños, El hombre que tiene el poder de darte los deseos de tu corazón y mucho más, El es El Hombre! Él no es cualquier hombre, no, El es EL HOMBRE! Es el Hombre con quien vas a sentirte plena y satisfecha cada día de tu vida, por eso necesitas una relación personal e íntima con El. te preguntas ¿cómo hacer eso? Es muy simple lo que necesitas es conocerlo y darte a conocer.

1. Conocerlo: conocerlo es mucho más que leer la Biblia, sin embargo, es el punto fundamental y de partida. Te animo a visitar esta sección para que aprendas cómo leer la Biblia de una forma divertida y apasionante: SAL123 “¡PROSPERA en todo lo que HACES!” 

2. Date a conocer a Él: generalmente después de oírlo a Él tenemos muchos pensamientos, díselos a Él, habla con Él como con tu mejor amiga, cuéntale todo lo que piensas, como te sientes, es decir, como cuando ese chico que te gusta te envía un mensaje y se lo dirías a tu amiga, bueno entonces ahora díselo a Él primero y solamente a Él (para que puedas ver como Él te habla, si alguien más lo sabe no podrías confiar en que viene de Él) comienza a establecer con El una Comunicación en ambas vías. Te comparto esta lección para profundizar más: Comunicación en ambas vías

Te animo a llevar un diario de conversación con tu Mejor Amigo, Novio o Prometido, yo uso uno en mi celular que me funciona como si tuviera un chat con El para contarle todo, mi relación con El se tornó muy emocionante cuando comencé a tener esa comuniación en mabas vías, ver que respondía a mis preguntas y oraciones de formas inesperadas y muy dulces, me animó mucho, ahí fue cuando lo vi en mi día a día, cuando conocí que El es real y está conmigo siempre como prometió estarlo.